Utilizando meditaciones para el autoestima

A lo largo de todo este tiempo hemos visto crecer y crecer la demanda por parte de personas en realizar algún tipo de meditación guiada. Pero... ¿Toda meditación sirve para aumentar nuestra autoestima?

En realidad, como ya hemos estado hablando en los artículos anteriores, la autoestima tiene mucho que ver con el proceso de conocerse a sí mismo. Por tal motivo, todo lo que esté destinado a ubicarnos en el aquí y ahora, y paralelamente nos invite a mirar hacia nuestros pensamientos más profundos, será bienvenido para aumentar nuestra autoestima.

Por eso no es necesario que busques entre todas las miles de cintas existentes con meditaciones grabadas alguna que diga especialmente "esta meditación eleva tu autoestima". Porque la verdad, es que el proceso de aumentar el autoestima no depende de una cinta única sino del proceso en el que nosotros nos vamos descubriendo, relajando, abriendo nuestro ser a nuestros ojos y reemplazando aquellos sentimientos y pensamientos que nos hunden por otros más constructivos.

Por tal motivo, si te parece buena idea hacer yoga, haz yoga. Si te parece buena idea ir al gimnasio, ve al gimnasio. Si te parece buena idea ir al psicólogo, ve al psicólogo. Lo importante es que hagas lo que hagas lo hagas con conciencia, con intención de conocerte y eso implica que seamos sinceros con nosotros mismos.

Con respecto a las meditaciones

Con respecto a ellas puedo decirte que  aquellas meditaciones que promueven en el Tibet donde se considera que todas las batallas que nos causan mayores sufrimiento están dadas en nuestra mente ordinaria, pueden ayudarte. ¿Por qué? Bueno, porque se considera que la mente ordinaria es la que está más ocupada de todas las cosas conscientes e inconscientes que conciernen a nuestro día a día. Es allí donde nosotros tenemos nuestros conceptos sobre nosotros que pueden ser distorsiones de la realidad, es también el terreno donde muchos pensamientos sobre nuestra persona pueden ser benévolos o muy malvados. Y en medio de toda esta maraña de tiras y pujas de pensamientos, el presente, el aquí y ahora se ve desplazado a otro plano secundario. En consecuencia perdemos nuestra capacidad de disfrutar el presente y nuestra vida cotidiana.

Cuánto más enfocados estemos en esos sentimientos y pensamientos destructivos o no destructivos, más estaremos ignorando el presente. Por ende, sufrimos. Es por eso que una meditación puede hacernos relajar, comenzando por controlar nuestra respiración, luego aquietarnos, y luego empezar a ver los pensamientos como un río que fluye. En el cual nos empezamos a desapegar de su contenido sentimental y podemos verlos como cosas que fluyen y pasan.

Ante esta realidad, volvemos a poder concentrarnos en el aquí y ahora. Por ello muchas veces nos hacen centrar nuestra atención en diversas partes del cuerpo e imaginar cosas.

Con los problemas y pensamientos de nuestra mente ordinaria, ya mas calmados, podemos empezar a responder con una estrategia. Y en eso se basa el resto del proceso de la meditación. Ya hemos visto que muchas veces podemos suplantar malos pensamientos por algunos mejores, incluso podemos utilizar mantras que son palabras repetidas para ir generando un acostumbramiento.

Sin embargo lo más importante de todo esto, es aprender a aceptar. Pero no para quedarse cruzados de brazos sino para poder ver el panorama donde estamos y luego a partir de allí y con una base fija, poder comenzar a realizar cambios.

Aceptar quiere decir que podemos ver todos nuestros mejores y peores puntos. Ver nuestras cualidades positivas y las negativas y aún así, saber que somos seres valiosos. Porque el valor de nuestra persona no radica en el ornamento de nuestra cualidades físicas, sino en la esencia misma de la que estamos hechos todas las personas.



Una vez que podemos ver a esos malos pensamientos y cualidades con una visión comprensiva, sin luchas por evadir verlos sino ser plenamente conscientes de que están allí. El efecto que puedan tener sobre nuestras vidas disminuye, a tal punto que ya no pueden controlar nuestras acciones como lo hacían antes. Esto significa estar más confortables con nuestras emociones.

Por ende, la meditación no nos soluciona los problemas ni nuestras cualidades, solo nos permite calmarnos y aceptarlos para poder verlos como un mapa y en función a ello actuar. Además, en este proceso de auto inspección, podemos descubrir cualidades que están adormecidas o que están despiertas pero que no tenemos en cuenta en nuestro día a día. En consecuencia, nos permite conocernos mejor y estar más confortables bajo nuestra propia piel

Es una buena idea intentar meditación para ayudarnos a resolver nuestro problema de autoestima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario